EL SIDA Y LA JUVENTUD

El SIDA

Claro que en esta vida todo se paga, porque según dicen, “Dios perdona siempre, el hombre a veces, pero la naturaleza, no perdona nunca”. Y la falta de responsabilidad en las relaciones sexuales, no pocas veces las pagan los jóvenes con una letal infección de SIDA.

Cuando digo que los jóvenes pagan por sus actos irresponsables, no lo hago con alegría, ni pienso que se haya hecho justicia. Al contrario, lo digo con la bronca de quien ve que los verdaderos responsables de este estado de cosas, nunca pagan los platos rotos.

Los jóvenes no tienen la culpa, porque se sabe que “la culpa no es del chancho sino del que le rasca el lomo”. Los jóvenes son jóvenes y siguen la corriente, porque ir contracorriente en la adolescencia es muy duro y no todos lo logran. Es así que terminan muchas veces “pagando el pato” como consecuencia de la influencia que sobre ellos tienen ciertas corrientes ideológicas que penetran profundamente a través de la educación y los medios de comunicación. En estos ámbitos, desde donde se debería apoyar fuertemente el desarrollo y el fortalecimiento de la familia, son con frecuencia vehículos de desinformación y deformación. Lo digo sin pelos en la lengua: el Programa creado por el CODICEN y ANEP con fondos de ONUSIDA llamado ¡Escucha, aprende, vive!, que fuera publicado en el 2000 y distribuido en cientos de centros de educación, es la apología de un falso “sexo seguro”, de la homosexualidad, de la masturbación, del placer disociado del amor; en síntesis, es la apología de la ideología de género, de la que ya hablamos en esta casa, y que tiene como objetivo, recordémoslo, el control demográfico: la verdadera razón para promover la homosexualidad, es el deseo de crear en todo el mundo, muchas parejas infértiles. Claro que este problema, los ricos lo pueden solucionar recurriendo a la fecundación artificial. Pero ¿y los pobres? Lo de siempre: los pobres... paciencia.

Es importante recordar que en Uruguay, hasta hace poco, todos los días una persona se infectaba de VIH/Sida. Y viene creciendo, según comentara anoche en un informativo la Directora del Programa Nacional de SIDA, Margarita Serra. Lo preocupante del caso, es que de los 30 nuevos infectados que se notifican por mes, el 70% son menores de 25 años.

¡¡¡Jóvenes, abran los ojos, que con la propaganda del preservativo, que se supone seguro, los están matando!!! ¡¡¡Jóvenes, los están matando!!!

Lo peor del caso, es que esta buena señora, reconoce que el SIDA es un problema de actitud, y en lugar de encarar campañas que promuevan un cambio de actitud en los jóvenes del libertinaje sexual a la abstinencia previa al matrimonio, sigue financiando campañas donde se promueve que con el uso de un preservativo de látex de dudosa consistencia, la actitud no tiene por qué cambiar. Es increíble que un país que se dice culto como Uruguay, no haya concluido, como Uganda, que el SIDA sólo se combate promoviendo cambios en la actitud de los jóvenes. En 10 años, este país africano redujo un 15% la tasa de infección de SIDA, basando sus campañas en la promoción de la abstinencia.

PROBLEMAS ACTUALES DE LA JUVENTUD

PROBLEMAS ACTUALES DE LA JUVENTUD

En esta charla vamos a tocar temas delicados. En muchos puntos se cuestionarán estilos de vida muy difundidos en nuestra sociedad. Queremos aclarar por tanto, que de ningún modo pretendemos establecernos en jueces de las personas que por distintas circunstancias llegaron a esa situación: ese juicio le corresponde sólo a Dios. Nosotros, sólo nos limitaremos a exponer por qué ciertos actos son inconvenientes para las propias personas, para quienes de ellas dependen, y para la sociedad en su conjunto.

1. LA MADRE DE TODOS LOS PROBLEMAS: LA ANTICONCEPCIÓN

1.1. Problemática de los esposos que recurren a la anticoncepción

Las trabas artificiales que se interponen entre los cónyuges con el objetivo de evitar la procreación, conducen a una mayor desconfianza en la pareja, a una menor entrega del uno al otro, y a un sentimiento de rechazo por parte del otro que no pocas veces termina en divorcio.

1.2. Intereses de los laboratorios

Evidentemente, los anticonceptivos no se han difundido entre las personas por el boca a boca, sino por recomendación de los médicos o por anuncios publicitarios. Nadie habla sin embargo –menos aún los médicos que los recomiendan- de que está científicamente demostrado que son perjudiciales para la salud de la mujer. Pero en ningún envase van a encontrar la leyenda “Usar anticonceptivos es perjudicial para la salud”.

Entre los efectos más conocidos, están la trombosis y la incapacidad de recuperar la fertilidad natural en muchos casos: no es raro que personas que se someten a los anticonceptivos durante muchos años, terminen perdiendo su fertilidad natural, y entre otras cosas, es para solucionar este problema que se ha difundido la fecundación in vitro.

Si estos fármacos –no son medicamentos, porque no tienen efecto terapéutico- no son buenos, ¿a qué se debe su difusión? Pues a la presión que ejercen los laboratorios a favor de una mentalidad contraceptiva, cuya difusión ha resultado ser un excelente negocio para la industria farmacéutica.

1.3. Imperialismo en el lecho matrimonial

Claro que nada sucede en este mundo sin que lo apruebe el Gran Hermano del Norte. Es así que cuando se vio que la mentalidad contraceptiva podía constituir un problema para los países del Primer Mundo, se empezaron a redoblar esfuerzos para introducir tal mentalidad en los países del Tercer Mundo. Y del Segundo, si es que lo hay...

En 1974, el Sr. Henry Kissinger elaboró un informe para el Departamento de Estado de los Estados Unidos, en el que se hacía clara referencia a la necesidad de promover la anticoncepción en los países subdesarrollados, a los efectos de frenar su desarrollo y así mantener el dominio sobre ellos. Era cuestión de seguridad nacional... Aquí van algunas citas de ese documento:

Este documento propone como "solución" el control demográfico en dichos países. A continuación tenemos varias citas del Informe Kissinger:

"La economía de los EU exigirá grandes cantidades de minerales del extranjero, especialmente de los PMD (Países Menos Desarrollados). Esto hace que EU tenga un gran interés en la estabilidad política, social y económica de los países suministrantes. Donde quiera que una disminución de las presiones demográficas...pueda aumentar las posibilidades de dicha estabilidad, la política demográfica se hace relevante para los suministros de recursos y para los intereses económicos de los EU" (pág. 43). "Existe también el peligro de que algunos líderes de los PMD vean las presiones de los países desarrollados a favor de la planificación familiar [anticonceptivos y abortivos], como una forma de imperialismo económico y racial"(pág. 106).

"Los EU pueden ayudar a minimizar las acusaciones de tener un movimiento imperialista... afirmando repetidamente...el derecho del individuo a determinar libre y responsablemente el número y el espaciamiento de sus hijos...y el desarrollo fundamental, social y económico, de los países pobres" (pág. 115). "Los programas obligatorios pueden hacer falta y debemos considerar esas posibilidades ahora" (pág. 118).

Así que con el Tío Sam y los laboratorios, tenemos suficiente cantidad de intereses como para promover un tipo de control demográfico que si bien no es tan cruento como el aborto, se mete en el lecho matrimonial orientando la libre decisión de los esposos sobre el número de hijos que quieren tener.

Luego veremos cómo esos intereses actúan hoy en Uruguay, y como lo cruento se hace pasar por incruento: como se llama hoy anticonceptivos a ciertos abortivos. Pero antes, pasemos a otro de los problemas que enfrentan hoy la sociedad y la juventud, no menos importante que la anticoncepción. Porque si la anticoncepción es la madre de todos los problemas...

2. EL PADRE DE TODOS LOS PROBLEMAS: EL DIVORCIO.

2.1. Problemática de los hijos de padres divorciados

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36% más de repetición

12% menos de escolaridad

2.2. Problemática de los padres divorciados

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Mayores gastos (hay que mantener a dos familias)

Menor tiempo para atender a los hijos (hay que repartirse entre ambos hogares)

Mayor inestabilidad emocional (corazón dividido)

2.3. Problemática de una sociedad compuesta por numerosas personas divorciadas

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Mayor pobreza: si las familias se fracturan y viven en lugares distintos el padre y la madre, a menos que vayan a vivir con los abuelos, se incrementa el costo al mantener dos hogares y se incrementa la pobreza en la sociedad.

Mayor necesidad de programas sociales para mantener a madres solas y desamparadas.

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Mayor violencia juvenil: de hogares donde están siempre presentes los padres, pueden salir hijos delincuentes. Pero la proporción en hogares fracturados, divididos, es mucho mayor.

Incremento del número de parejas de hecho, que contribuyen con el tiempo a incrementar el divorcio (los hijos que ven que sus padres no se pudieron mantener juntos, tienen serias dudas sobre su propio matrimonio, sobre la posibilidad de lograr mantener una pareja estable; y optan por el peor camino: a ver que pasa con este, con aquel. La consecuencia es que se pierde la capacidad de establecer vínculos formales y duraderos, lo cual incrementa el índice de divorcios.

3. PROBLEMAS DERIVADOS DE LA ANTICONCEPCIÓN Y EL DIVORCIO

3.1. Embarazo adolescente

Uno de los problemas más graves que se derivan de la mentalidad anticonceptiva, es su ampliación del matrimonio a los adolescentes. Porque si practicar la contracepción en el matrimonio crea problemas entre los cónyuges, que la practiquen los adolescentes es doblemente grave. En primer lugar, porque los adolescentes, como su nombre lo indica, adolecen de la madurez necesaria para mantener este tipo de relaciones; en segundo lugar, porque se pierde el sentido del sexo, que está hecho para ser practicado dentro y no fuera del matrimonio. ¿En qué nos basamos para afirmar esto? En que es lo más conveniente a la naturaleza humana mantener las relaciones sexuales dentro del matrimonio, donde existe un fuerte compromiso entre los cónyuges, basado en un amor tan verdadero, que no duda en entregarse por entero y para siempre al otro. Sin excepciones.

Por tanto, la proliferación de menajes pro-sexo-juvenil, no hace más que corromper las bases del matrimonio, al tiempo que invita a los adolescentes a realizar ciertos actos de los que –gracias a la anticoncepción y el aborto- luego no tienen que hacerse responsables. Y aquí está uno de los mayores males: si se educan jóvenes irresponsables, ¿cómo se puede pretender que los futuros dirigentes de nuestro país, de sus empresas públicas y privadas, de sus sindicatos, actúen con la madurez necesaria para, por ejemplo, no aceptar coimas o rechazar venderse al mejor postor?

La solución no es el sexo prematrimonial usando medios para evitar las consecuencias, sino evitar mantener relaciones sexuales hasta el matrimonio. No hay otra. Y somos gente normal, a la que le gustan las personas del otro sexo. Pero no hay otra: o hacemos lo que es conveniente a nuestra naturaleza humana, o nuestra naturaleza se vengará de nuestra falta de consideración para con ella. ¡Y cómo!

3.2. La “anticoncepción” de emergencia

Si a veces en estos temas se anda con ambigüedades, cuando llegamos al capítulo de los presuntos “anticonceptivos” de emergencia, nos encontramos con francas mentiras. Los anticonceptivos de emergencia, no existen. En su lugar, lo que se hace pasar por tal, son abortivos. Si se quiere, “de emergencia”. ¿Cómo se miente tan descaradamente? Muy simple. La OMS considera que el embarazo comienza cuando el embrión se implanta en el

útero materno. Y esto sucede entre 7 y 14 días después de la concepción. Por tanto concluyen, erróneamente –e intencionalmente- que hasta que no hay embarazo, lo que hay es anticoncepción. Y que luego de ella sí pueden haber efectos abortivos.

Pero si el ser humano existe a partir de la concepción, no importa que esté implantado o no: cualquier químico que se consuma con el fin de eliminarlo, es abortivo.

Incluso los DIU, que se tienen comúnmente por anticonceptivos, son abortivos, desde que impiden –al igual que estos fármacos de los que hablábamos- la anidación del embrión en el útero materno. ¡¡¡Mujeres, no permitan que les hagan creer que fármacos abortivos que matan a sus bebés, son simples anticonceptivos!!!

3.3. El aborto

Por lo general, el aborto es la última fase en la “cadena de la cultura antinatalista”: primero se promueve el “sexo seguro”, que como veremos no es tal. Para evitar las consecuencias y las responsabilidades, se promueve la anticoncepción a mansalva; y cuando esta fracasa –cosa que sucede bastante a menudo- siempre hay que tener un as en la manga. La solución final, diría don Adolfo, es el aborto.

Así, desde la educación pública, maestros, psicólogos, psiquíatras y “sexólogos” –esta nueva disciplina parece ser el boom del momento, porque cualquiera que ostente tal título, pone un programa en televisión y amasa fortunas vendiendo publicidad-, promueven primero el amor libre, luego la anticoncepción, y finalmente el aborto. Porque los chicos necesitan libertad. Cierto, pero para ejercer la verdadera libertad, es necesario asumir la responsabilidad por los propios actos. Por todos los actos, y no sólo por algunos.

Permítanme que les lea una carta de una chica que acudió a nosotros después de cometer el error de su vida, cuando menos para descargarse.

La Realidad de los Jóvenes de Hoy

El documento de Santo Domingo nos presenta la situación de la juventud del continente latinoamericano de la siguiente manera: “Muchos jóvenes son víctimas del empobrecimiento y de la marginación social, de la falta de empleo, de una educación que no responde a las exigencias de la vida, del narcotráfico, de la guerrilla, de las pandillas, de la prostitución, del alcoholismo, de abusos sexuales”. Muchos jóvenes viven adormecidos por la propaganda de los medios de comunicación social y además por imposiciones culturales y por el progmatismo inmediatista que ha generado nuevos problemas en la moderación efectiva de los adolescentes y jóvenes.

Esta nueva visión del mundo de hoy, que quiere imponer el imperio del “Yo soy por lo que tengo”, tener poder, saber, aspiraciones, progreso, son dimensiones del ser persona; pero el ser persona trasciende de todo esto, ya que eso es relativo y el hombre y la mujer tiendan a lo absoluto. A veces creemos que la codicia se refiere solo a dinero, tener cosas, pero en muchos corazones hay almacenes de codicias de sexo, de admiración, de prestigio, de ser mayor, ser mejor que el otro u otra, tener conocimientos, que lo prefieran. Esto va creando en nosotros y nosotras un mundo de competencia de consumo, de insatisfacción, de inmoralidad y de corrupción.

La juventud de hoy debe hacer un alto y reflexionar. Adoptar una actitud más agresiva y a ponerse a que lo estén usando como objetos y alienándose con modas, propagandas baratas de consumo, que manipulan y crean necesidades artificiales, cuando no decide con equilibrio que es lo mejor para él o ella. La juventud de hoy no puede ni debe ser pájaro encerrado en una jaula sin esfuerzo, sin ilusiones, sin expectativas, tiene que abrir sus alas y volar, en un cielo limpio y lleno de esperanza.

La Juventud tiene derecho a una sociedad mejor:

La etapa de la juventud está cargada de interrogantes vitales y presenta el desafío de tener un proyecto de vida, personal y comunitaria. Un proyecto que dé sentido a su vida; que no la deje caer en un valor existencial, sino que le permita lograr a plenitud su realización como persona. La juventud cuestiona todo, tiene un espíritu de riesgo, de valentía y una capacidad creativa para responder a los cambios y exigencias del mundo en que vive.

Ella aspira a mejorar siempre como signo de esperanza, gozo y felicidad. Además, es muy sensible a los problemas sociales y exige autenticidad y veracidad. Rechaza con rebeldía una sociedad invadida por la hipocresía y los antivalores. Pero con sentimientos de dolor, podemos afirmar que nuestra sociedad actual está muy lejos de ser la sociedad en que tienen derecho a vivir él y la joven de hoy. Actualmente, son muchos los y las jóvenes que son víctima de:

• Un empobrecimiento y marginación social producto de la gran injusticia social. Un rechazo ante sus conductas, motivadas quizás por los traumas psicológicos de ser hijos e hijas cínicos, mimados, consentidos; de padres y madres divorciados de un hogar donde no se dialoga, comprende, ama...

• Un sistema educativo que no responde a sus inquietudes ni llena sus expectativas.

• Un estado que no proporciona estabilidad, seguridad e incentivo para el futuro; con salarios bajos, sin posibilidad para ejercer su profesión u oficio.

• Un adormecimiento por la propaganda de los medios de comunicación que lo alienan con imposiciones culturales y con el progmatismo, generando así nuevos problemas en su moderación psicológica y afectiva.

• Una carencia de entusiasmo y amor por los grandes ideales de vida, de la patria, sus estudios...

• Una sociedad que les propone la riqueza, el poder y el placer como el camino mejor para “Vivir la Vida”

• Un narcotráfico y corrupción descarados. Unas guerrillas crueles.

• La propaganda falaz que promueve la prostitución, el aborto, el alcohol, el consumismo... como productos de la época, del avance y la civilización.

• Una música que aturde, excite y atolondra la mente.

La Juventud tiene derecho a vivir en otra sociedad donde:

La Familia: juegue su verdadero papel y en ella se ame, se corrija, se dialogue. Se aprendan los verdaderos valores. Donde haya un lugar de encuentro, de búsqueda, de soluciones, no de conflictos, donde vivir en armonía, con fidelidad, amor, tolerancia y comprensión.

El Estado: asuma su rol y ofrezca una educación basada en los derechos que señala el código de protección al niño; niña y adolescente que dice: “Todos los niños(as) y adolescentes, tienen derecho a la educación, encaminada al sano desarrollo de su persona, a fin de que puedan prepararse para ejercer plenamente sus derechos ciudadanos y por eso deben tener: Igualdad, Enseñanza Primaria, Acceso gratuito a Escuelas Públicas.”

Además el estado debe dar a la juventud oportunidades para que se pueda realizar profesionalmente. Se debe crear un clima en el cual la juventud pueda adquirir un sentido crítico de la vida en la práctica de la justicia, la democracia, la paz, la igualdad social y vivir teniendo la seguridad personal sin violencia, ni drogas, ni prostitución.....

La Sociedad: que esta dé a los jóvenes la oportunidad de ser hombres y mujeres responsables, creativos, participativos, activos en las estructuras culturales, políticas, educativas, familiares para ser así protagonistas de su propio presente y futuro ejerciendo sus derechos y deberes.

En fin, los jóvenes de hoy tienen derecho a una sociedad en la que puedan realmente vivir y desarrollarse con dignidad como lo que son: Hijos e Hijas de Dios.

Deberes de La Juventud

Para que los jóvenes se realicen como personas en todos los niveles, tienen que crecer y desarrollarse, no estancarse. Son diversas las áreas en las que, como personas, tienen que crecer para lograr un desarrollo integral y armónico. Entre estas están:

Area de Madurez Humana: Es decir, tener capacidad para adaptar su propia vida; lo que es, lo que tienes. Saberse y sentirse digno del lugar y las personas con que le ha tocado convivir. Así como poder tener relaciones con los demás, armónicas, amables, corteses. De iniciar una búsqueda sincera de la verdad, la libertad y el gusto por los valores auténticos. Ir creando un juicio critico frente a los acontecimientos, con equilibrio e imparcialidad. Lograr tener un espíritu de diálogo de comprensión, compromiso, que lo lleve a asumir responsabilidades familiares, sociales, políticas y trabajar por la paz y la justicia. Sentir la necesidad de prepararse, intelectual y espiritualmente; detener el deseo de superarse, de ser alguien y no algo. Apreciar y valorar su patria y todo lo que ella es y tiene.

Area Intelectual; en la que se tiene deber de: Aprovechar las oportunidades que le brinda la familia o el estado para estudiar y tomar sus estudios con responsabilidad perseverancia y amor. Proponerse lograr una profesión u oficio que ofrezca beneficio para sí mismos, la familia y el estado. Ser también agentes multiplicadores de sus conocimientos para que otros(as) aprendan, se capaciten y sean útiles. Tener interés de seguir siempre perfeccionando sus estudios y capacitándose día a día; recordando que siempre es posible aprender algo, no importa la edad.