La ministra de Educación, Darlyn Meza, sostuvo que se ha buscado que la Policía tenga mayor vigilancia en los centros educativos durante la entrada y la salida de los alumnos.
"Estamos preocupados porque sabemos que en algunas escuelas hay acoso de pandilleros contra los estudiantes. No es un problema generalizado", aseguró la funcionaria.
Agregó que se ha hecho "trabajo de inteligencia" para determinar cuáles son las estrategias que utilizan los mareros para atraer a los jóvenes y niños.
"Hay algunos incentivos que suelen ser sobre todo malvados cuando hablamos de jóvenes muy pobres. Los mareros tratan de dar dádivas y cuando hay pobreza es algo complicado, complejo", dijo la funcionaria.
Meza añadió que se ha ordenado a los directores de todos los centros educativos del país que tengan un mejor control en las afueras de los institutos y escuelas para evitar que se acerquen los delincuentes a acosar a los jóvenes.
La funcionaria indicó que también los líderes o miembros de las comunidades pueden colaborar identificando a mareros que reclutan a niños, a quienes no les interesa que los niños estudien, sino simplemente los buscan para que cometan delitos.
Aunque las autoridades de Seguridad manejan la cifra de 536 centros escolares que estarían en "alto riesgo", la ministra Meza detalló que no sólo es por el acoso de las maras, sino porque hay otros factores como los riesgos naturales u otros flagelos sociales.
"Hay muchas escuelas que están cerca de cantinas y prostíbulos, en otras, el problema es la venta de droga, abajo de los canastos de dulces está la droga. En las 536 escuelas hay problemas de maras", enfatizó la funcionaria.Por su parte el subdirector de la División de Investigaciones de la Policía, Héctor Mendoza Cordero, expresó que en las próximas semanas harán capturas de sujetos que delinquen en los alrededores de los centros escolares.
"En el área de investigaciones estamos trabajando para capturar a pandilleros en el departamento de Sonsonate. Estamos acelerando las investigaciones de algunos casos", dijo Cordero.
El jefe policial declaró que se han incrementado los patrullajes en los centros educativos como medidas preventivas.
Drogas y acoso sexual Varios centros educativos situados en las áreas rurales y urbanas, afuera de San Salvador, no se escapan del acecho de los delincuentes y mareros. Uno de los institutos donde se ha detectado la influencia de los pandilleros es el Instituto Nacional y el Centro Escolar Thomas Jefferson, en Sonsonate, según ex maestros y alumnos.
Los informantes aseguran que los principales problemas son la venta y el consumo de droga de parte de los alumnos en los baños de esos centros. Otro de los problemas son las extorsiones que se dan dentro de la institución contra estudiantes.
Las fuentes agregaron que hay varios casos de acoso sexual, es más, habría denuncias de algunos alumnos contra un profesor por ese tipo de delito.
Otros alumnos prefieren fugarse hacia centros turísticos para consumir drogas.
Alumnos del Instituto Thomas Jefferson dicen que muchos de sus compañeros se fugan del instituto por medio de hoyos que se han formado en los muros perimetrales del centro educativo. Ahí también se introducen algunos pandilleros para amedrentar a los alumnos y para llevar droga, alcohol y armas.
Una fuente de ese centro aseguró que un pandillero jefe de una clica de la MS estaba matriculado en el instituto. El sujeto arremetió verbalmente contra varios profesores cuando se percató que había sido denunciado. El pandillero había sido deportado de Estados Unidos y su alias es El Pelón.
Mientras tanto, en el Centro Escolar Fernando San Germán un estudiante que tenía mucha afinidad con las pandillas de la Mara Salvatrucha, identificado sólo como "Calamardo", se ha dedicado durante varios años a reclutar jovencitas para prostituirlas.
En años anteriores, el Jefferson había logrado destacar en baloncesto y fútbol a nivel nacional y centroamericano.
Para el director del Instituto Nacional Thomas Jefferson de Sonsonate, Baltazar Rodríguez, la violencia, antipatía hacia otros planteles escolares, drogas, pandillas e incluso extorsión son "estigmas" que ocurrieron en años anteriores.
El director fue enfático al señalar que gran parte de los problemas que aún se mencionan, como las drogas, son producto de factores externos y ajenos a la Institución.
El profesor dijo que hasta esta fecha y desde tres años no ha tenido reportes de haber sorprendido a alumnos en las prácticas que se les acusa.
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